Tablas de Sarhua

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Comida ofrecida en los carnavales de Sarhua.
En el distrito de Sarhua, un pueblo ubicado en la provincia de Víctor Fajardo en el departamento de Ayacucho, se realiza un trabajo artístico pictórico que expresa el modo de vida y cultura de esta pequeña comunidad andina enclavada en la serranía del Perú. Su tradición es regalar una tabla pintada con la historia de la familia por el compadre espiritual, cuando alguien construye una nueva casa o forma una nueva familia. Cada integrante de la familia debe verse reflejado en sus labores diarias. Haciendo una descripción horizontal, que lleva un orden de interpretación pictográfica, de abajo hacia arriba. Las tablas son pintadas con pigmentos naturales extraídos de la tierra y vegetales.

Antecedentes

Lo que hace conocido a Sarhua es una de sus manifestaciones artísticas más originales que los intelectuales denominan arte popular, y arte contemporáneo  por tener temática de la actualidad, Sarhua en ese sentido se destaca notablemente.
Probablemente un antecedente se encuentre en los dibujos del cronista del siglo XVI Felipe Huamán Poma de Ayala, que redactó el texto Nueva crónica y buen gobiernoacompañado de dibujos, pasando por los acuarelistas Martínez Compañon y Pancho Fierro ubicados en los siglo XVI y XIX respectivamente;[cita requerida] además, debemos tomar en cuenta a aquellos artistas populares anónimos que adornaron con sus pinturas murales desde la colonia hasta la actualidad diversas capillas e iglesias peruanas.

Las quellcas

Los incas mandaban a confeccionar unos retratos o quellcas a manera de registro los periodos gubernamentales que se habían pasado; esta situación ha hecho que a las tablas de Sarhua también se les denomine de este modo. Este dato está relacionado con una crónica de Fernando de Montesinos quien también habla acerca de un lugar denominado pokencancha, algo así como un depósito o museo donde se depositaban estas quellcas.
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Patrimonio cultural de la Nación

El 29 de octubre de 2018, la Pintura tradicional de Sarchua, conocida como Tablas de Sarhua2​ fueron reconocidas como Patrimonio Cultural de la Nación del Perú, mediante resolución Vice Ministerial Nº 197-2018-VMPCIC-MC del Ministerio de Cultura:
Declarar como Patrimonio Cultural de la Nación a la Pintura tradicional de Sarhua conocida como Tablas de Sarhua, del distrito de Sarhua, provincia de Víctor Fajardo, departamento de Ayacucho; por constituir una herencia transmitida desde tiempos prehispánicos, siendo considerada una vía de comunicación, así como el medio para generar directrices que organicen la vida social del pueblo; por promover la manifestación de la creatividad andina y la conservación de la memoria familiar y colectiva, reproduciendo un modo particular de representación de los mundos interiores y exteriores de Sarhua, aquellos que incorporan visiones sobre ellos mismos, pero también sobre los otros; por representar un elemento cultural genuino del pueblo que sustenta la especificidad de la cultura e historia sarhuinas, ámbitos que en función de la antigüedad y vigencia de ciertos elementos, estilos y técnicas, fortalecen la identidad y el sentido de pertenencia a la comunidad.3
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Tablas tradicionales

Son tablones o vigas para las viviendas, generalmente de magueymolle o sauce. En la comunidad de Sarhua las casas son construidas con el apoyo y ayuda de mucha gente, en la práctica de los sistemas de trabajo colectivo recíproco como son la minka y el ayni. Cuando una pareja está recién casada y no tiene muchos recursos económicos (esto suele ser frecuente), ellos reciben la ayuda de sus padres, padrinos, amigos y parientes.4
Estas personas se encargan de donar paja (Ichu) o calamina, piedras, vigas, víveres para la alimentación de quienes participan de este proceso y diversos materiales que son requeridos en la construcción del nuevo hogar. Cabe señalar que quien encarga la elaboración de esta tabla o viga es el compadre del joven matrimonio.
En la tabla, el artista retrata a cada persona, amigos y familiares, que ayudan en la construcción de la vivienda para que la pareja los tenga siempre presente. También se retrata a los familiares más cercanos de cada cónyuge de tal suerte que se convierte en una tabla genealógica. En la comunidad se le llama también viga porque se le ubica en el techo de la parte central del cuarto principal como parte del soporte de la casa. Esta es una costumbre común y así ha subsistido por casi trescientos años.
Los artistas sarhuinos realizan diversas ilustraciones con bastante destreza en un soporte plano generalmente es madera donde se manifiestan las costumbres y vivencias de la comunidad que usualmente están acompañadas de pequeños textos o leyendas que explican el contenido.Resultado de imagen para tablas de sarhua

Tablas y sus diversificaciones

Actualmente se pintan sobre madera de diferentes formas y tamaños, también en productos utilitarios de madera así como en tela. En ellas se ilustran mitos, cuentos, leyendas, vida cotidiana, fiestas, sucesos pasados como actuales y hasta personalizados.

Artistas

Empresa Comunal

En 1980 se funda en Sarhua una Empresa Comunal como un emprendimiento de Primitivo Evanan y de los comuneros para trabajar las tablas y otras expresiones artisticas y culturales propios de la Comunidad de Sarhua, manteniendo las tradiciones con respecto al uso de materiales y pinturas, la iniciativa no tuvo mucho tiempo de vida, en septiembre de 1981, en el marco del desorden y caos social de la epoca en Ayacucho, fuerzas del Ejército incendia la Empresa Comunal y los artistas algunos se quedan y otros tienen que huir por este desorden y caos social de la epoca.5

Asociación de Artistas Populares de Sarhua

La Asociación de Artistas Populares de Sarhua (ADAPS)sin fines de lucro6​ fue creada en 1982 e inscrita en Registros Públicos en 1983. Es el Taller que se formó con varias familias Sarhuinas en Lima para difundir, rescatar, valorar, promover el arte y la cultura de la Comunidad de Sarhua a nivel mundial. Son productores con sedes en Lima y Sarhua en Ayacucho. Entre sus fundadores destacan el maestro cronista Primitivo Evanán Poma, Valeriana Vivanco,Juan Quispe, Bernardino Ramos.57
Sus inquietudes les han llevado a realizar exposiciones en Perú, Dinamarca, España, Chile, Argentina, Alemania, Suecia, entre otros países.[cita requerida] En una ocasión fueron invitados por la Biblioteca Nacional de Dinamarca para apreciar la obra original de Huamán Poma de Ayala.[cita requerida]
Algunas Colecciones:
  • Piraq Kawsay? Quién será el culpable?
  • Ciclo anual de la vida en la comunidad de Sarhua
  • Migración
  • Entre otros

Familia Berrocal Evanán

Carmelon Berrocal fue un aprendiz mediante un concurso de Arte Organizado por un programa del Ministerio de Educación que organizó el Maestro Artista Pionero Primitivo Evanán Poma, pionero, promotor, rescatador y difusor del arte y cultura de Sarhua, lo descubre y le enseña sus secretos de la pintura, así se convierte en aprendiz de la Asociación de Artistas Populares de Sarhua en Chorrillos, Lima, Perú. Los familiares se contagian del espíritu del tío Primitivo Evanán Poma y dan continuidad a este Arte de Sarhua. Son: Pompeyo Berrocal Evanan, Marcial Berrocal Evanan, Pascual Berrocal, Odelon Berrocal.
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Declaran Patrimonio Cultural de la Nación a las Tablas de Sarhua de Ayacucho

Constituye una herencia transmitida desde tiempos prehispánicos, siendo considerada una vía de comunicación

El Ministerio de Cultura declaró como Patrimonio Cultural de la Nación a las Tablas de Sarhua de Ayacucho. ANDINA/Difusión
El Ministerio de Cultura declaró como Patrimonio Cultural de la Nación a las Tablas de Sarhua de Ayacucho. ANDINA/Difusión

El Ministerio de Cultura declaró como Patrimonio Cultural de la Nación a la pintura tradicional de Sarhua, conocida como Tablas de Sarhua, del distrito de Sarhua, provincia ayacuchana de Víctor Fajardo, por constituir una herencia transmitida desde tiempos prehispánicos, siendo considerada una vía de comunicación, así como el medio para generar directrices que organicen la vida social del pueblo.

Mediante una Resolución Viceministerial publicada hoy en el Diario Oficial El Peruano, se establece que este reconocimiento responde también a que la pintura tradicional de Sarhua promueve la manifestación de la creatividad andina y la conservación de la memoria familiar y colectiva, reproduciendo un modo particular de representación de los mundos interiores y exteriores de Sarhua, aquellos que incorporan visiones sobre ellos mismos, pero también sobre los otros.

Asimismo, por representar un elemento cultural genuino del pueblo que sustenta la especificidad de la cultura e historia sarhuinas, ámbitos que en función de la antigüedad y vigencia de ciertos elementos, estilos y técnicas, fortalecen la identidad y el sentido de pertenencia a la comunidad.

Historia

En los considerandos de la norma se indica que cuando se menciona a la pintura tradicional sarhuina se hace referencia específica a las famosas Tablas de Sarhua, conocidas también como tablas pintadas, “qellqas” o simplemente “tablas”. 

Estas denominaciones casi consensuales, son empleadas para aludir a unas piezas multiformes de madera, que llevan en uno de sus lados superficiales, dos tipos de elementos: en primer término, resaltan dibujos pintados de personajes, animales, plantas, objetos, escenas u otros diseños, y en segundo término, aparecen textos escritos en castellano y/o quechua.

La referencia específica de la pintura tradicional sarhuina, sin embargo, no es unívoca, pues también hay una referencia general que atañe a todo tipo de producto elaborado por sus portadores, quienes plasman sobre ellos características derivadas de la plástica sarhuina, es decir, aspectos relacionados con el dibujo, la pintura o el estilo. En añadidura, esta referencia incorpora los distintos formatos que, además de las tablas, son también representativos de la expresión cultural.


Las posiciones en torno a los orígenes de la Pintura tradicional de Sarhua se remontan a la época prehispánica y están sustentadas en la historicidad de las tablas pintadas. En ese sentido, el consenso académico sostiene que, dada la condición ágrafa de las sociedades andinas en tiempos antiguos, la expresión cultural habría sido un medio de transmisión de información, al igual que los “tocapus” y “quipus”, o sea, formas cuasi escriturarias autóctonas muy difundidas, tal como supuso el historiador Raúl Porras Barrenechea.

El arte sarhuino, en función de su tradicionalidad, se define cronológicamente por cinco aspectos: soporte, dibujo, pintura, texto y estilo. Asimismo, respecto al soporte y la preponderancia de la madera, testimonios y comentarios de cronistas como Juan Polo de Ondegardo y Zárate, Pedro Sarmiento de Gamboa, y Cristóbal de Molina, señalan la existencia de un lugar anterior a la llegada de los españoles conocido como “Pokecancha” o “Poquencancha”, donde hubo tablas y paneles pintados con representaciones figurativas diversas. La práctica cultural respectiva, sostienen, pudo haber sido extendida en regiones cercanas al Cusco, así como el mismo Sarhua.

Establecido ya el régimen colonial y pese a la imposición del castellano como lengua, la antropóloga Josefa Nolte asevera que se dieron procesos sociales de resistencia que permitieron una suerte de convivencia y fusión paralela de patrones culturales andinos y occidentales, notándose ello a través de la producción de textiles, la decoración en la cerámica, los detalles de los bastones de varayoc o varas buriladas, e incluso, las llamadas “qellqas” o tablas pintadas.



La hipótesis del influjo colonial, siguiendo al historiador Pablo Macera, expresa que las tablas pintadas de Sarhua vendría a ser una versión popular de un arte mural oficial virreinal propiciado en los Andes. Esta posición se sustenta, por ejemplo, en los paralelos artísticos que hay entre las tablas más antiguas y los murales interiores de la iglesia matriz del pueblo. De esta manera, varios caracteres presentes en el soporte, dibujo, pintura, texto y estilo hoy correspondientes a la tradicionalidad, se habrían definido entre los siglos XVII y XVIII, adquiriendo en el periodo republicano y, particularmente, el siglo XIX, su uso y contexto locales, aquellos con los que la pintura tradicional de Sarhua ha sido difundida en gran parte del siglo XX y lo avanzando del XXI.

La alusión a un uso y contexto locales instaurados en el siglo XIX indica que, durante el proceso de construcción de una casa en Sarhua, los compadres de la pareja dueña del nuevo hogar solían obsequiarles una o más tablas tradicionales que en sus partes planas llevaban plasmados una serie de dibujos pintados donde figuraba la representación del núcleo familiar y algunos personajes allegados –de ahí la referencia a un supuesto sustrato genealógico-. 

Las tablas eran entregadas en medio de ritos y entusiasmo, resaltando el famoso pasaje conocido como “tabla apakuykuy”, donde los compadres ingresaban al nuevo hogar llevando consigo estos objetos, además de toda una parafernalia desplegada con cantos y chicha.

Finalmente, las tablas eran depositadas o colgadas entre las vigas del techo, generando una suerte de referencia interna sobre la presencia de los símbolos culturales de la comunidad y su vínculo con la constitución material del matrimonio.

Construcción de las Tablas de Sarhua

El proceso tradicional de construcción de una casa en Sarhua aún supervive en la actualidad, aunque ha adquirido otros caracteres que la difieren con los atributos descritos e instaurados en el siglo XIX, aquellos que suelen ser rememorados, incluso, por los antiguos comuneros del pueblo. En este sentido, por ejemplo, un cambio notorio es la presencia actual de tejas en los techos y ya no de paja o ichu, fibras vegetales que solían cubrir las vigas y estructuras de madera dispuestas.



Las tablas tradicionales solían medir de 2 a 4 metros de alto, con un ancho de 20 a 30 centímetros y tenían la apariencia de ser columnas largas y delgadas, adaptándose a las formas de los troncos de árboles locales con los que eran fabricadas. 



Así, conservaban una superficie porosa y otra plana, plasmándose sobre esta última los dibujos pintados y los textos, dispuestos en secciones rectangulares que podían ser de seis hasta trece en cantidad y dentro de los cuales se visibilizaban los siguientes elementos en un sentido vertical y desde abajo hacia arriba: primero, una dedicatoria de los compadres; segundo, una imagen religiosa que usualmente era la Virgen de la Asunción, patrona del pueblo; tercero, la representación cuasi realista de la pareja dueña de la casa; cuarto, los distintos parientes de la pareja divididos a su vez en varias secciones; quinto, las figuras de los butiqaqipiq (cargadores de botijas) y las harawiq (intérpretes de harawi); y, por último, el sol, deidad de origen prehispánico. 



La interpretación de las tablas era realizada de abajo hacia arriba, patrón de lectura que aún hoy subsiste. Asimismo, casi todos los caracteres descritos que definen una tabla tradicional no han desaparecido, algunos solo han mutado simplemente.

Sin embargo, el uso tradicional asociado a la techumbre de las casas ahora resulta poco difundido, por lo que está siendo objeto de un proceso de revitalización por parte de las generaciones actuales que viven en la comunidad.

La norma encargar a la Dirección de Patrimonio Inmaterial, en coordinación con la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ayacucho y la comunidad de portadores, la elaboración cada cinco años de un informe detallado sobre el estado de la expresión declarada, de modo que el registro institucional pueda ser actualizado en cuanto a los cambios producidos en la manifestación, los riesgos que pudiesen surgir en su vigencia, y otros aspectos relevantes, a efectos de realizar el seguimiento institucional de su desenvolvimiento y salvaguardia, de ser el caso.

La resolución lleva la firma del viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Luis Felipe Villacorta Ostolaza.

Videos de las tablas de Sarhua


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